Inaugurada causa de beatificación de la “ madre de leprosos ” en Polonia
(CNA) – Esta semana se abrió la causa de beatificación de Wanda Blenska, una médica misionera polaca conocida como la “madre de los leprosos”. Monseñor Damian Bryl inauguró la fase diocesana de esta causa el 18 de octubre, fiesta de San Lucas, patrón de los médicos.
Wanda pasó más de 40 años en Uganda cuidando a los enfermos de la enfermedad de Hansen, también conocida como lepra, formando a médicos locales y convirtiendo al Hospital St. Francis en Buluba en un centro de tratamiento respetado internacionalmente.
Después de la apertura de su causa, Bryl predicó en una misa en la catedral y describió a la médica como una mujer de fe cuyas acciones tenían sus raíces en la oración.
“Desde el comienzo de la elección de su camino en la vida, comenzó a cooperar con la gracia de Dios. Como estudiante, estuvo involucrada en varias obras misioneras y agradeció al Señor por la gracia de la fe”, reseñó el sitio web de la Arquidiócesis de Pozna.
A partir del domingo los católicos se pueden referir a esta mujer como “Sierva de Dios” que nació en Pozna el 30 de octubre de 1911. Después de obtener el título de médico, ejerció la medicina en Polonia hasta que su trabajo se vio interrumpido por el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la guerra, sirvió en el movimiento de resistencia polaco, conocido como el Ejército Nacional. Posteriormente, realizó estudios avanzados en medicina tropical en Alemania y Gran Bretaña.
En 1951, se mudó a Uganda, donde se desempeñó como médico jefe en un centro de tratamiento de lepra en Buluba, una aldea en el este de Uganda. Bajo su cuidado, la instalación se expandió a un hospital de 100 camas. Fue nombrada ciudadana honoraria de Uganda en reconocimiento a su trabajo.
Pasó el liderazgo del centro a un sucesor en 1983, pero continuó trabajando allí durante los siguientes 11 años antes de retirarse a Polonia. Murió en 2014 a la edad de 103 años.
Wanda solía decir que los médicos deben amar a sus pacientes y no tenerles miedo. Insistió en que “el médico debe ser amigo del paciente. La cura más eficaz es el amor “.