La campaña de oración y ayuno por el fin del aborto
El 12 de febrero se realizará el lanzamiento de “40 Días por la Vida”, la campaña internacional de ayuno y oración más grande del mundo a favor de los derechos de los niños por nacer, que este año se realizará del 17 de febrero al 28 de marzo.
La campaña 40 Días por la Vida inició en Estados Unidos en 2004 y actualmente reúne a católicos y personas de otras denominaciones cristianas de más de 63 países que ofrecen una vigilia de 40 días de oración y ayuno por el fin de la tragedia del aborto y por la conversión de las almas en el mundo.
En los países donde el aborto es legal, grupos de voluntarios se congregan pacíficamente frente a las clínicas abortistas para rezar y ofrecer ayuda y tocar los corazones de las mujeres que acuden a estos centros. “Muchas mujeres que sufren después de un aborto, toman la iniciativa de buscar sanación al dolor causado por esta decisión”.
Gracias a la iniciativa, a la fecha se han salvado a más de 18 mil bebés y a sus madres, y se logró que 107 clínicas abortistas cierren sus instalaciones, que otras reduzcan “el número de horas operacionales” y que más de 200 trabajadores de estas clínicas renuncien, señalaron en su sitio web.
Lourdes Varela, coordinadora de Latinoamérica de 40 Días por la Vida, dijo a ACI Prensa que el objetivo de la campaña es rezar por “el principio del fin del aborto en el mundo”, porque el problema del aborto se trata de una batalla espiritual.
“Nosotros vemos la batalla contra el aborto una batalla espiritual, entonces nuestro enemigo no es ni el abortista, ni la mujer que va a abortar, nuestro enemigo es Satanás y la única manera de acabar con él es con Dios, no con nuestras propias fuerzas. Entonces, es a través del ayuno, la oración y la vigilia” que luchamos, explicó.
Cada año el movimiento busca “lograr que el aborto no solamente sea ilegal sino impensado”, por eso cada líder se responsabiliza por contribuir a esta meta en el lugar donde se encuentra. “Cada vida humana vale la Sangre de Cristo, es única e irrepetible, entonces el mayor logro son las vidas salvadas”, dijo.
En cada vigilia rezamos por el fin del aborto y la conversión de las almas y de los países, y también, este año rezaremos por el fin de la pandemia, por los enfermos que han fallecido y sus familias y por todas las intenciones y necesidades de los voluntarios, añadió.
Debido a la pandemia, este año las vigilias se realizarán en respeto de las medidas básicas de bioseguridad decretadas ante la pandemia de COVID-19 y con pocas personas por turno, entre 4 o 5, dependiendo de las disposiciones de cada ciudad.
En los países como México, Brasil y Colombia estarán frente a las clínicas de aborto, y donde esta práctica no es legal como Perú o Bolivia, irán a las sedes de instituciones vinculadas a Planned Parenthood y que, aunque no son centros de aborto, sí lo promueven. Además, estarán al frente de hospitales y lugares representativos de cada ciudad.
La campaña se inaugurará con un concierto virtual llamado “Cantemos y oremos por el fin del aborto” que será transmitido por el Facebook de 40 Días por la Vida Internacional el 12 de febrero a las 9:30 p.m. (hora Argentina), 8:30 p.m. (hora República Dominicana), 7:30 P.M. (hora Colombia) y 6:30 p.m. (hora México.
Varela dijo que la iniciativa
a del concierto nació en Colombia y que participarán grupos y solistas de Argentina, Colombia, Costa Rica y República Dominicana que incluso crearon temas provida para esta ocasión. Además, invitó a los provida con talentos musicales que quieran sumarse a comunicarse con ellos para participar.
El movimiento 40 Días por la Vida es ecuménico, pero en Latinoamérica el 99% de líderes de campaña “somos católicos”, y también hay voluntarios de otras confesiones cristianas. Al final de cada campaña todos “firmamos una declaración de paz, comprometiéndonos a ser el rostro misericordioso de Cristo frente a los centros de aborto”, dijo.
Para el movimiento, “cada vez que una mujer decide no entrar a ese centro de aborto, no quitarle la vida a su hijo, es un logro para la Gloria de Dios, luego vienen los centros cerrados y las conversiones de los abortistas”, dijo. “No solamente queremos la salvación de vidas, sino de almas”, agregó.
La forma en que la organización asiste a las mujeres que frecuentan los centros de aborto es primero con la oración y, además, tienen alianzas con los centros locales de ayuda a la mujer que se encargan de direccionar cada caso según el problema que presente.
No obstante, Varela señaló que en todos estos años “hemos visto que muchas mujeres que acuden [a los centros de aborto] lo hacen por presión social” más que por necesidad económica o de apoyo.
Relató que vieron casos donde la familia apoya a las mujeres a abortar bajo el “falso respeto humano” de que es su decisión y el supuesto de que “frustrará su plan de vida”, y también mencionó el caso de un joven que incluso lloró por no poder convencer a una mujer de no abortar.